Ofrecer la máxima calidad y que el cliente se quede más que satisfecho con cada uso es nuestra obsesión, por eso hemos puesto todo nuestro mimo en la elección de cada detalle.
Porque cuando se toma la decisión de invertir en unas buenas sábanas, realmente se acaban ganando un huequito en el corazón. Unas buenas sábanas son agradables, reconfortan, parece que acarician y casi casi abrazan.
Buscando lo mejor de lo mejor.
Cuando este proyecto estaba en pañales, solo teníamos claro que queríamos ofrecer la máxima calidad, poder prometerlo y no decepcionar ni un poco.
Investigamos mucho y tomamos la decisión de fabricar en Guimarães, una pequeña región al norte de Portugal con una larguísima tradición textil de alta calidad.
Visitamos tiendas, almacenes y fábricas, probamos muchas telas, hablamos con los mejores expertos y aprendimos mucho por el camino.
¿Qué marca la calidad de la ropa de cama?
Sabíamos que los tejidos iban a ser 100% naturales, transpirables y a prueba de alergias, y decidimos que no había nada más reconfortante que el algodón percal.
El algodón percal es el de las sábanas de toda la vida, es fresco al tacto y perfecto durante todas las estaciones. Se obtiene con el patrón “un hilo por encima, un hilo por debajo”, generando un tejido suave, resistente y agradable.
Finalmente decidimos añadirle el efecto lavado, que aporta un extra de suavidad y una apariencia más casual, más despreocupada, además de ser la excusa perfecta para no tener que planchar las sábanas. 🙂
EL NÚMERO DE HILOS IMPORTA, PERO NO TANTO
Cuando uno se adentra en el mundo de las sábanas, lo primero que aprende es que cuando más hilos tengan, mejor. El número de hilos de una tela indica la cantidad de hilos entretejidos en una pulgada2. En principio, a mayor cantidad de hilos, más juntos están entre sí y más suave, uniforme y resistente resulta la tela.
Pero, ¿cuántos más mejor? Pues resulta que, como suele pasar en la vida… no. Cada tejido tiene un número ideal de hilos, ya que las telas con demasiados hilos acaban siendo demasiado densas, no se lavan bien, se secan peor y pueden no resultar tan agradables.
El algodón percal se considera premium a partir de 200 hilos, nosotros queríamos un punto extra de calidad y, cuando probamos el percal de 300 hilos, supimos que era lo que buscábamos. La diferencia de suavidad es notable, y su densidad no compromete la frescura o la practicidad de la tela. Así que es lo que elegimos y no podemos estar más felices con el resultado.
Los recuentos de hilos poco fiables.
El número de hilos es la única manera de comparar la calidad que la mayoría conoce, y acaba resultando muy sencillo para ciertas marcas falsear el recuento, o descuidar otros factores que son igualmente, si no más, importantes.
Descubrimos que para que el recuento de hilos sea fiable, debe tratarse siempre de hilo de una sola capa o hebra. Un hilo se obtiene al retorcer sobre sí una o más hebras. Cuando se habla de telas de 300 hilos, es importante que se hable de hilos de una sola capa ya que, si se trata de hilos de, por ejemplo, dos capas, podrían estar vendiéndote como sábanas de 300 hilos, sábanas que en realidad son de 150, o si son de 3 capas, sábanas de 100 hilos.
CALIDAD SOBRE CANTIDAD
Aprendizajes de la vida que siempre acaban teniendo razón…
Lo importante para una tela, más que el número de hilos, es su calidad y el acabado de las prendas.
Buscando el hilo perfecto
Pero entonces, ¿qué tiene que tener un hilo para ganarse ese preciado huequito en nuestro corazón?
ALGODÓN DE FIBRA LARGA
Algo esencial para la suavidad del tejido, es que las fibras del algodón sean largas. Las fibras largas crean hilos más uniformes y, por tanto, más suaves y resistentes. Esto es clave para el “cuantos más lavados, mejores se vuelven” que tan orgullosos nos hace sentir.
Mucho se ha escuchado sobre el algodón egipcio. Su misterio reside únicamente en la longitud de las fibras, todo lo demás, es el nombre.
Es por eso por lo que uno de nuestros requisitos imprescindibles, pasó a ser la longitud de las fibras. Spoiler: nos salimos con la nuestra.
HILOS FINOS
Descubrimos también que algo esencial para la delicadeza del tejido que estábamos buscando, es su calibre. Detrás de una tela de algodón suave, fresca pero resistente, está un hilo fino. Los hilos más gruesos acaban formando tejidos más rígidos y a los que les falta esa sensación de flotabilidad que tanto nos atrae.
HILOS DE UNA SOLA CAPA
Como decíamos antes, el número de capas que tiene un hilo, puede alterar el número de hilos final. A nosotros nos gustan las cosas claras: un hilo, una capa. Algodón de 300 hilos, 300 capas (o hebras). Prendas gustosas y duraderas, de verdad de la buena.
El acabado de las prendas
Ya hemos contado qué nos llevó a escoger el tejido de nuestras sábanas. Pero cuando se busca ir a por la mejor calidad, hay que fijarse en más factores. Y aquí es donde entran detalles que a menudo se pasan por alto.
ALGODÓN LAVADO
El efecto lavado no es más que someter el tejido a un lavado especial que consigue que el algodón se quede más suave, con un aspecto más “relajado” y una textura más vivida.
El algodón de alta calidad, con los lavados y el tiempo solo mejora, se vuelve más suave y gustoso.
Con el efecto lavado, lo que hacemos es adelantarnos al tiempo, y conseguir un extra con confort desde el día uno.
Además, el efecto lavado genera unas suaves arrugas en la tela que le dan a las sábanas una textura que nos encanta. Por aquí somos unos firmes creyentes de que la arruga es bella, y más si son así de suaves y acaban provocando una sensación de esponjosidad como estas.
Otra ventaja: para mantener el efecto lavado en el tiempo, recomendamos no planchar las sábanas, así que ya tenemos la excusa perfecta 🙂
FÁCILES DE PLANCHAR?
Otra de las decisiones que tuvimos que tomar, fue sobre si hacer las sábanas más fáciles de planchar o no.
Vimos que para que unas sábanas sean más fáciles de planchar, tienen:
-Que tener un % menor de algodón. Es decir, estar mezcladas, por lo general, con poliéster.
-O que incluir químicos agresivos.
Ninguna de las opciones nos gustó. Queremos tejidos 100% naturales y sin químicos dañinos…
Además, cuando descubrimos el efecto lavado… lo de planchar las sábanas nos dejó de parecer un problema real. Apostamos por lavar con la lavadora poco llena y tender extendiendo las prendas lo máximo posible, y eliminar la plancha de la ecuación.
Más fácil y, para nuestro gusto, más bonito.
LA CONFECCIÓN
De nada sirve una tela de súper buena calidad, si se descuida la confección. Un buen remate, usar hilos de buena calidad para coser, los dobladillos hechos como se debe… Aporta un extra de calidad que se nota, sobre todo, a la larga.
SOSTENIBILIDAD
Para nosotros era importante ser sostenibles, pero de verdad, no de cara a la galería.
- Fabricación sin químicos dañinos
Esto fue una de las cosas que más nos ayudaron a decidirnos. Nuestras sábanas se certifican con el sello Oeko-tex standard 100. Garantizamos así que nuestras sábanas son completamente respetuosas, contigo, y con el medioambiente.
- Sin plásticos
En cuanto al plástico, hemos conseguido eliminar las bolsitas de plástico en los envíos que nos hace la fábrica a nosotros. De nada sirve que nosotros hagamos los envíos con cero plásticos, si la fábrica nos lo envía a nosotros en plásticos.
Hemos podido hacerlo, aun asumiendo cierto riesgo en el envío y en el almacenamiento, gracias a:
-La cercanía de nuestra fábrica.
-Su compromiso con el medioambiente.
COMERCIO ÉTICO
Cuando vimos que una de las fábricas que más nos gustaban trabajaba bajo la certificación SMETA, una auditoría ética de buenas prácticas empresariales, le hizo ganar muuchos puntos.
Trabajar con una fábrica en la Unión Europea ya nos daba muchas garantías, pero esta certificación nos garantiza unos estándares que no siempre son los más comunes, en cuanto a:
-Salud y seguridad
-Estándares laborales
-Medioambiente
-Ética comercial
Estos son los factores que, poco a poco, nos hicieron ir tomando decisiones, y nos han traído hasta el día de hoy, y nuestro producto final. Nosotros estamos encantados y, sobre todo, muy tranquilos, algo que cuando se comienza un negocio, ¡vale oro!
Esperamos que ahora, lo disfrutéis en vuestras casas.